Ocultas bajo un manto de niebla, las Islas Británicas eran a principios de nuestra era un territorio frágil. Pobladas por clanes celtas en guerra, las tribus luchaban orgullosamente por su tierra, por su legado histórico y por sus creencias. Deseoso de expandir su dominio el Imperio Romano arribó a Britania en el año 43. Quienes se resistieron fueron sometidos al nuevo poder; los sometidos de forma pacífica fueron asimilados al nuevo orden. En este último grupo se hallaban los icenos, gobernados por Prasutag y Boadicea.
Con su instinto guerrero atemperado por el deseo de velar por la seguridad de su pueblo, Boadicea y su esposo, el rey Prasutag, mantuvieron unidos a los icenos a lo largo de una etapa de paz. Pero en el séptimo año de su reinado, Roma reaccionó brutalmente al fallecimiento del monarca, traicionando brutalmente a Boadicea y a sus dos hijas. Azotada, humillada y dolorida, el espíritu guerrero de la reina halló un nuevo propósito. Impulsada por la fortaleza de su linaje y por el amor a su familia, su sed de justicia y de venganza unió a una legión de celtas contra el enemigo común: Roma.
El imperio de la reina relata la historia de la mujer celta que desafió a un imperio y se convirtió en heroína legendaria para los británicos. Magistralmente escrita por Alan Gold, esta novela nos acerca la historia de Boadicea con una viveza que sólo encuentra parangón en la pasión que inflamó el propio corazón de la protagonista y que desencadenó la tragedia, el valor y la furia. ¿El deseo de venganza será capaz de borrar las cicatrices causadas por la traición del Imperio Romano y traer consigo la paz?